"...esto es lo que los dioses nos han transmitido como método de búsqueda, de descubrimiento y enseñanza; pero los sabios de hoy día hacen lo uno al azar, más rápido o más lento que lo necesario y, luego de lo uno ponen inmediatamente lo infinito; en cuanto a los mediadores, los ignoran,... (inversamente, de lo infinito) no hay que ir inmediatamente a lo uno...". Platon; Filebo; 16 e; 18 b

martes, 18 de mayo de 2010

ALGUNA BIBLIOGRAFÍA SOBRE CONSTRUCTIVISMO

Ayer recibí el volumen Atti del Congresso Internazionale su L'umanesimo cristiano nel III millennio: la prospettiva di Tommaso D'Aquino (21-25 Settembre 2003); publicado por la Pontificia Academia Sancti Thomae Aquinatis y SITA en 2006. Incluye un trabajo sobre constructivismo muy interesante de Luz M. Gaubeca Naylor: "Análisis de las corrientes de la construcción: constructivismo y construccionismo social bajo la mirada de la gnoseología tomista"; (pp. 513-524).
La autora estudia a Ernst von Glasersfeld (entre otros) como autor representativo del constructivismo radical. Sostiene que para este autor el conocimiento es construído activamente por el sujeto sin recibir nada de la realidad, ya que ésta no existe como tal. Además la función "cognitiva" solamente sirve para la adaptación. Glasersfeld sigue a Piaget a quien reconoce como el gran constructivista del siglo XX.
Al final de su artículo la autora sostiene que :
"...Los tres efectos más graves de la adopción de las corrientes de la construcción:
1. El rechazo de la verdad, en estas corrientes, rechaza también la verdad suprema que es Dios.
2. En estas corrientes no se admite la ética de de la moralidad encaminada al fin último y se acepta una ética de criterio subjetivo.
3. Estas corrientes, al negarle al intelecto humano su operación que es conocer la realidad, aniquilan al mismo intelecto pues lo privan de su objeto propio y de su acto, ... La aceptación de estas propuestas nos instala en el terreno de la irracionalidad...." (p. 524)
Con respecto a las aplicaciones del constructivismo a la educación la autora sostiene que:
"...Puede parecer muy bueno el hecho de que los estudiantes se vean en la necesidad de buscar por ellos mismos una solución a los problemas que se les plantean, sin embargo, el problema se encuentra en la idea de fondo de esta pedagogía constructivista que es: el conocimiento sólo sirve para resolver problemas y adaptarse en el mundo; el conocimiento no nos dice nada de la realidad; el conocimiento es una construcción viable, no verdadera; la realidad es incognoscible; las cosas son lo que nosotros decimos que son, no lo que son. Así, el estudiante no sólo "aprende" su materia sino que aprende a ser constructivista, a negar la verdad, a ser relativista, a conducirse sin la guía segura del fin último. Se les transmite una enorme soberbia como constructores de la realidad... Sin la guía de la verdad se instalan en la confusión y aceptan una antropología negativa que les priva del don del conocimiento verdadero, por más limitado que éste pueda ser...". (pp. 523-524)

Coincidimos totalmente con la autora. En definitiva, "el constructivismo es el mensaje".

viernes, 14 de mayo de 2010

UN CATÓLICO ANTE LAS ELECCIONES

Hace unos años publiqué la siguiente nota en algunos boletines parroquiales de Bariloche en preparación a unas próximas elecciones.
Creo que el contenido mantiene vigencia tomando en cuenta todas las calamidades que están quebrando la sociedad argentina.

        "La CEA, lo mismo que lo han hecho los obispos de otras partes del mundo en ocasión de elecciones, nos ha dado algunos parámetros claros sobre los temas que un católico debe considerar a la hora de votar candidatos. Se trata de criterios que apuntan a qué candidatos o partidos jamás pueden ser votados por un católico en razón de la abierta y manifiesta contradicción con la ley natural y la fe católica. El Papa considera estas cuestiones como “no negociables”. Tenemos que tener en cuenta que fuera de esos temas puede haber una abierta y variada gama de propuestas discutibles y opinables que no contradicen la fe ni la moral, pero que tampoco necesariamente la representan. Esto último constituye la verdadera libertad política.

El primer punto a considerar es qué propuestas tiene el candidato sobre la vida humana. No podemos votar por ninguna razón a quienes promueven o vienen promoviendo el aborto en cualquiera de sus formas, o la eutanasia. Tampoco a los que promueven liberar la droga.

El segundo punto a considerar son las propuestas del candidato sobre la familia: no podemos votar por ninguna razón a quienes han promovido o promueven las “uniones civiles” entre personas del mismo sexo, o facilitar la adopción para homosexuales.

El tercer punto es qué piensa sobre los derechos de la familia respecto a la educación de los hijos. No podemos votar a quienes han usurpado (o pretenden seguir en esta línea) a la familia su derecho a dar educación sexual a sus hijos, y decidir cuándo, cómo y qué contenido brindar.

El cuarto punto es el bien común, que es “el bien de todos los hombres y de todo el hombre”. No podemos votar a quienes solamente tienen propuestas sectoriales sin considerar el bien integral de todos los argentinos; por ejemplo a los que solamente y casi de modo exclusivo tienen propuestas para un sector social: para los trabajadores, o para los de su partido, o los indígenas, o las mujeres, o los empresarios, o los banqueros, o los pobres, etc. Tampoco podemos votar a los que no consideran el bien de todo el hombre: por ejemplo, a los que sólo tienen propuestas economicistas exclusivamente centradas en las “leyes de mercado” y a ellas subordinan las cuestiones políticas y sociales, y postergan la educación, la ciencia, la salud, la justicia, el medio ambiente, etc Tampoco podemos votar a quienes tienen propuestas tan extremadamente “garantistas” respecto a los delincuentes que ponen en riesgo la seguridad de la población y que impiden que se haga justicia.

El quinto punto es la paz, ingrediente fundamental del bien común. En este sentido no podemos favorecer candidatos cuyo objetivo principal sea la revancha política. Tampoco a quienes agitan interminablemente las banderas de las discordias históricas. Tampoco podemos votar por ninguna razón a candidatos que representan grupos defensores de una metodología política sistemáticamente violenta de tomas de ruta, de edificios y bienes públicos o privados, de agresión, etc.

El sexto punto es Dios. Un católico no puede votar un candidato que se haya mostrado como enemigo de la Iglesia, o que tenga propuestas antirreligiosas.

¿Y cuál es la razón por la cuál no podemos votar a esos candidatos? Votar es un acto voluntario del cual somos responsables (aunque sea ordenado por la ley) y por lo tanto, sujeto a un juicio moral. Cuando votamos participamos de las acciones que el candidato elegido se propone hacer porque consentimos su accionar. No de todas, pero sí de aquellas acciones que uno sabía que iba a realizar. Votar es un modo de cooperación voluntaria en las acciones de gobierno del candidato, las cuales, conociéndolas de antemano, aprobamos al votarlo. Si un candidato se manifiesta a favor del aborto y yo lo voto, estoy cooperando con todos los homicidios por aborto que se realicen promovidos por dicho candidato. Evidentemente, no sabemos todo lo que un candidato va a hacer, pero en la medida en que sabemos y respecto de lo que sabemos, respondemos moralmente ante Dios y ante nuestros compatriotas como cooperadores y colaboradores de la praxis de gobierno emprendida."

miércoles, 12 de mayo de 2010

OBISPO VALIENTE (Tomado de AICA)

Un obispo es condenado por pedir voto coherente con la fe


San José (Costa Rica), 12 May. 10 (AICA)

Mons. José Francisco Ulloa, obispo de Cartago

El Tribunal Supremo Electoral, condenó al obispo de Cartago, monseñor José Francisco Ulloa, a pagar "las costas, daños y perjuicios causados" por haber recordado a los fieles que la coherencia con la fe también se debe reflejar en el voto, y por tanto en las elecciones presidenciales no debían apoyar programas contrarios a los principios católicos, como la defensa de la vida y el matrimonio.


El hecho ocurrió el 6 de septiembre de 2009, durante una misa en la que el Prelado recordó a los fieles que el voto debe reflejar una coherencia con la fe y por tanto no se pueden apoyar programas a favor del aborto y contra la familia.

En ese entonces, ante las elecciones presidenciales de febrero pasado, se debatía la laicidad del Estado y algunos candidatos presentaban posturas ambiguas sobre el aborto y los "derechos" homosexuales.

Sin embargo, para Yeudy Blanco Vega y otros dos miembros del Movimiento por un Estado Laico, el Prelado violó el artículo 28 de la Constitución que dice que "no se podrá, sin embargo, hacer en forma alguna propaganda política por clérigos o seglares invocando motivos de religión o valiéndose, como medio, de creencias religiosas".

De acuerdo al fallo, el Tribunal Supremo Electoral interpretó las palabras del obispo como propaganda política y no como orientación pastoral, por lo que le ordenó "abstenerse de hacer llamados a no votar por candidatos o candidatas que, a su juicio, no compartan los valores de la fe católica. Se condena al recurrido al pago de las costas, daños y perjuicios causados, a liquidar en la vía de lo contencioso-administrativo".

Qué se dijo

Durante la misa de septiembre del año pasado, monseñor Ulloa dijo a los fieles que "estamos frente a una campaña política en la que debemos escoger muy bien a quienes nos van a gobernar. Candidatos que niegan a Dios y defienden principios que van contra la vida, contra el matrimonio, contra la familia ya los estamos conociendo. Por lo tanto, debemos ser coherentes con nuestra fe y en conciencia no podemos darles un voto".

Asimismo, ante las críticas de ciertos políticos, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Hugo Barrantes, recordó entonces un fragmento del artículo 76 de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II.

"Es de justicia que pueda la Iglesia en todo momento y en todas partes predicar la fe con auténtica libertad, enseñar su doctrina social, ejercer su misión entre los hombres sin traba alguna y dar su juicio moral, incluso en materias referentes al orden político", citó.+

lunes, 10 de mayo de 2010

Sobre la a-logicidad del constructivismo.

No hay un sólo tipo de constructivismo. Existen constructivismos pedagógicos (Piaget, Maturana, Vigotsky), gnoseológicos (Kant), existencialistas (Sartre), sociales (ingeniería social), políticos (marxismo), sexuales (teoría de género), etc. Pero, lo que unifica el concepto de constructivismo respecto de todos los tipos, es el supuesto de que NO HAY UNA REALIDAD DADA que uno deba conocer y respetar antes de actuar. No hay una naturaleza de las cosas ni menos un Creador de esa naturaleza. Por lo tanto, uno puede construir lo que quiere: construye los tipos de relación sexual que quiere, los tipos de familia que quiere, etc.

En lo pedagógico, la idea es que el chico saque TODO de su cabeza, o sea que invente, que cree, porque no hay nada real para conocer, no hay nada dado que aprehender ni nada que aprender de otros.

Es algo muy profundo de la cultura contemporánea, por eso es tan difícil luchar con esa influencia en los chicos. Aparece con el pseudo valor "tolerancia" mal entendida; aparece en "sé creativo". Y lo que es muy, muy grave, en la educación sexual. Se hace creer o por lo menos tolerar, que el sexo se hace con cualquiera, siempre que no sea forzado y previendo enfermedades -incluído el embarazo entendido como una enfermedad-; se hace creer que la identidad sexual se construye libremente y por eso se inventó el uso de la palabra “género”.

También aparece en la enseñanza de la historia porque se crea una historia que se desea acepten los futuros ciudadanos con la idea de cambiar el sentido común y lograr objetivos de ingeniería social. Pero se ve en general en todo tipo de materia, desde matemáticas hasta religión.

De ahí la importancia adjudicada a la escolarización obligatoria. No puede cumplirse con el objetivo de ingeniería social si no hay posibilidad moldear integralmente a los chicos. Esto se logra con contenidos transversales respecto de un curso y con materias -como educación sexual o construcción de ciudadanía- que se dictan desde jardín a 5º del secundario. Se consigue promoviendo algunos valores, como ‘tolerancia’, y no otros, como ‘verdad’. Se promueve haciendo ver toda afirmación como inducida por alguna ideología, o sea como creencia (si se afirma que el embrión es persona será porque es católico, si se afirma que el alma es inmortal será que se es creyente, etc). Se promueve también a través del relativismo cultural.

Además, así como puede decirse que “el medio es el mensaje”, también el método pedagógico constructivista es en sí mismo el que moldea en esta mentalidad. El constructivismo es el mensaje. Incluso, si pasando el tiempo, con métodos constructivistas los niños llegaran aparentemente a los mismos contenidos cognoscitivos al que llegarían por otros métodos, no tendrían conciencia de que son contenidos reales. Es decir, la matriz constructivista deja su huella. Eso lo palpamos los docentes universitarios desde hace tiempo. Y los padres cada vez más.

El constructivismo representa en el fondo una profunda negación del logos, o sea, de la auténtica racionalidad. En este sentido también el racionalismo, en la medida en que es constructivista, también es a-lógico. Benedicto XVI sostuvo en Ratisbona (13-09-2006) que “no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”, señalando los peligros del voluntarismo y del fideísmo. También enseñó que el mal es “ilógico”. “El mal no es lógico. Tan sólo Dios y el bien son lógicos, son luz.”. (Audiencia 3-12-2008) Es decir que el Papa detectó la raíz profunda de los males contemporáneos: la irracionalidad, o mejor, la a-logicidad porque ésta representa la arbitrariedad constructiva.

El concepto clásico de “conocer” como “hacerse otro en tanto otro”, implica ser capaz de aprehender la realidad, lo otro, tal cual es, y la propia naturaleza tal cual es. El método constructivista es un vicio intelectual que interfiere con la tendencia natural de la inteligencia a “recibir de la realidad” el contenido del conocimiento. El maestro debería ser el que ayuda a conocer lo real colaborando con la naturaleza racional del niño. Pero sucede lo contrario. La escuela en general sirve para crear el vicio constructivista. Y este vicio intelectual se vuelve también vicio moral cuando impide “obrar según la razón”, u “obrar según la naturaleza”. Dada la apertura de la razón y de la afectividad racional y sensible para generar hábitos, es imposible evitar que estos surjan en el niño. Por eso es que si no se generan virtudes, se construirán vicios. El constructivismo como mentalidad es un vicio intelectual opuesto a la ciencia.

El resultado es que los padres no saben por qué sus hijos van progresivamente adquiriendo una mentalidad que los predipone a abandonar la fe, tampoco saben cómo es posible que se vuelvan resistentes a los valores familiares, ni cómo es posible que habiendo pasado 12 o más años en la escuela, aproximadamente 8 horas diarias, se encuentren tan mal preparados para la universidad. De esto se asombran muchos padres cristianos. Pero en general, los problemas que presenta la escuela hoy, como violencia escolar, acoso, tribus, fracaso escolar o fracaso universitario, etc., son problemas globales que afectan más allá de los círculos creyentes.

Si los alumnos que concurren 8 horas diarias a los colegios más caros, necesitan maestros particulares o apoyo familiar para aprender lo que no aprendieron en la escuela; y si los padres no se sienten respetados en sus creencias religiosas, o en sus convicciones morales, o incluso políticas, no es de extrañar que el homeschooling se presente como la solución.

El avance sin pausa del homeschooling en todo el mundo -incluso en los países donde era desconocido este sistema de enseñanza-, es el principal testigo del rechazo progresivo por parte de las familias que van tomando conciencia del problema, a la ingeniería social y cultural de los enemigos del orden natural y cristiano.

sábado, 8 de mayo de 2010

COMUNICADO FRENTE A PEDIDO DE ABORTO

El 31 nos enteramos que un Prof. de la Universidad FASTA, juez penal, había recibido un pedido de solicitud de aborto. Nuestras cátedras emitieron inmediatamente el siguiente comunicado que se les fue entregando a los alumnos y restantes profesores.
Se encuentra publicado en el diario El Derecho on line y en los suplementos de Derecho constitucional y de Filosofía del Derecho.


EL INSTITUTO DE FILOSOFÍA DEL DERECHO

Y LAS CÁTEDRAS DE DERECHO POLÍTICO, FILOSOFÍA DEL DERECHO Y ÉTICA

DE LA UNIVERSIDAD FASTA BARILOCHE

DECLARAN:



MATAR A UNA PERSONA NO NACIDA, AUNQUE SE TRATE DEL PRODUCTO DE UNA VIOLACIÓN, CONSTITUYE UNA CONDUCTA GRAVÍSIMAMENTE ILÍCITA. ELLO SE COMPRUEBA EN TODOS LOS PLANOS POSIBLES DE ANÁLISIS, ENTRE LOS CUALES:



I) La mostración racional, cognoscible por toda persona de buena voluntad.

No hay argumentos racionales para matar al nonato, aunque sea el producto de una violación.

1) En primer lugar, la eliminación física es la más terrible de las penas; y no tiene sentido alguno pretender aplicar una pena a quien es inocente. Mucho menos la máxima pena; menos todavía en la Argentina, cuyo ordenamiento no contempla la pena de muerte.

2) Pero, ¿qué decir al argumento de que la mujer “no quiere ver los rasgos del violador en su hijo”? Ante todo, el dolor por lo ya ocurrido no autoriza a matar a quien no tuvo responsabilidad alguna en el delito de violación. Por otra parte, el trauma de haber sufrido una violación puede resultar mucho menos penoso que la conciencia de haber cometido un homicidio en la persona del propio hijo inocente. De allí los terribles traumas postaborto de tantas mujeres. Finalmente, en general, y en este caso en particular, numerosos matrimonios se ofrecen para adoptar al niño una vez nacido; es decir que la madre biológica “no deberá ver” los rasgos del violador. Por otra parte, si el violador es un pariente, la única manera de no ver más sus rasgos sería matar al violador: y aquí volvemos al principio: ¿por que eliminar al niño, cuando nadie se plantea la posibilidad de ejecutar al violador?

3) Pero, cuando algo estorba o molesta ¿acaso no es lícito removerlo? Sin duda, cuando algo molesta se puede extirpar. Sólo que aquí hay alguien y no algo, hay una persona y no una cosa. Sobre esto, científicamente, ya no quedan dudas. Pero, ¿y si alguien abrigara dudas sobre la naturaleza personal del nonato? Pues obviamente que si hay dudas sobre si hay o no hay una persona no se la puede eliminar. Si un cazador acusado de homicidio adujera: “disparé hacia el matorral porque no estaba seguro de que lo que se movía fuera una persona; a lo mejor era un ciervo, y no quería perder la presa”; ¿acaso no habría dolo en su conducta?

En conclusión, no hay argumentos racionales que justifiquen realizar acciones directamente ordenadas a la muerte de un inocente, como es inocente todo nonato.

Y esta acción resulta cualitativamente más grave en la medida en que es el poder del Estado –que existe para tutelar el Derecho- el que permite u ordena su comisión.



II) El consenso cultural de la humanidad, consistente en la enseñanza de los grandes paradigmas morales de todas las épocas y pueblos

El “neminem laedere”, principio fundamental del Derecho Romano, y el juramento hipocrático (que vetaba el aborto) se corresponden con el “no matarás” de la tradición judeocristiana; y se reflejan en ejemplos de culturas diversas, alejadas en la geografía y en el tiempo, que condenan unánimemente el homicidio en general y la muerte de los niños en particular: “No he asesinado hombres” (Confesión del alma recta, Egipto antiguo); “En el infierno yo vi asesinos” (Volospá, libro religioso vikingo); “el matar a los jóvenes y niños que constituirán la futura fuerza del pueblo, es lo más triste” (testimonio indígena norteamericano, del s. XIX).

La eliminación de la persona inocente contraría la conciencia común de la humanidad.



III) El Derecho Positivo Argentino

La protección integral del niño por nacer se halla incorporada como un principio del ordenamiento jurídico argentino que reviste rango constitucional, de acuerdo con el art. 75 inc. 22 de la CN. Luego toda disposición legal que contradiga tal principio es inconstitucional, como se verifica en el caso de parte del art. 86 del Código Penal, precisamente cuando establece la no punibilidad de algunos casos de aborto.

Ahora bien, aún concediendo (pero no admitiendo) la constitucionalidad del art. 86 en su segunda parte, el hecho de que se prevea que una conducta delictuosa no será penada no significa:

- ni que deje de ser antijurídica. Siempre matar a una persona es delito;

- ni que se pueda autorizar esa conducta,

- ni que el derecho no pueda evitarla con la protección de las personas.

- ni que un juez pueda ordenar matar a una persona inocente.

Por lo demás, en este caso la víctima de la violación no cumple con el requisito de la demencia, exigido por el mismo artículo cuestionado.



IV) La ley de Dios, expresada y afirmada por la Iglesia Católica

Ha dicho Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium Vitae, condenando las nefandas prácticas de la cultura de la muerte: “nuestra atención quiere concentrarse, en particular, en otro género de atentados, relativos a la vida naciente y terminal [...] que tienden a perder en la conciencia colectiva el carácter de delito y a sumir paradójicamente el de “derecho”, hasta el punto de pretender con ello un verdadero y propio reconocimiento legal por parte del Estado y la sucesiva ejecución mediante la intervención gratuita de los mismos agentes sanitarios. Estos atentados golpean a la vida humana en situaciones de máxima precariedad, cuando está privada de toda capacidad de defensa. Más grave aun es el hecho de que se produzcan dentro y por obra de la familia” (nº 11).

Y, cuando recuerda la pena de excomunión automática para todos los que procuren o sean cómplices de un delito de aborto, expresa: “Ninguna circunstancia, ninguna finalidad, ninguna ley del mundo podrá jamás hacer lícito un acto que es intrínsecamente ilícito” (nº 62).



ASÍ PUES, PORQUE NO ACEPTAMOS DAR LA ESPALDA A LA RAZÓN, CONTRADECIR A LA JUSTICIA (NATURAL Y POSITIVA), DESCONOCER LA TRADICIÓN MORAL UNIVERSAL NI TRANSGREDIR LOS PRECEPTOS DE DIOS, NOS PRONUNCIAMOS FIRMEMENTE POR LA DEFENSA DE LA VIDA DEL NIÑO POR NACER CUYO ABORTO SE HA SOLICITADO ANTE LOS TRIBUNALES DE BARILOCHE.





Prof. Dr. Sergio Raúl Castaño                                                   Prof. Lic. Beatriz Reyes Oribe
Coordinador Instituto de                                                           Titular de Ética /UFASTA
Filosofía del Derecho/UFASTA



San Carlos de Bariloche, 31 de marzo de 2010