"...esto es lo que los dioses nos han transmitido como método de búsqueda, de descubrimiento y enseñanza; pero los sabios de hoy día hacen lo uno al azar, más rápido o más lento que lo necesario y, luego de lo uno ponen inmediatamente lo infinito; en cuanto a los mediadores, los ignoran,... (inversamente, de lo infinito) no hay que ir inmediatamente a lo uno...". Platon; Filebo; 16 e; 18 b

miércoles, 23 de febrero de 2011

HOMO DUPLEX (I)


Dícese de aquel que vive dividido contra sí mismo, siendo esta división voluntaria, o sea, querida o consentida.

Puede aplicarse al continente, es decir al que se halla a medio camino entre el vicio y la virtud. Pero se dice mejor del perverso, del injusto o del malvado. Éste va contra su naturaleza humana, pero no puede librarse de ella.

Si bien es en Tomás de Aquino en quien encontramos mejor desarrollado este tema con sus implicancias teológicas, ya en Aristóteles se halla su descripción y su análisis.

Aristóteles; Ética nicomaquea; L IX, cap. 4.

Traducción de A. Gómez Robledo; UNAM; 1983; pp. 217-219.

“…Otros hombres perversos, por su parte, huyendo de sí mismos buscan con quién pasar sus días, porque cuando están a solas consigo se acuerdan de sus maldades, que son muchas y de intolerable momoria, y se representan otras iguales anticipadamente, de todo lo cual se olvidan cuando están con otros. Y como nada tienen de amable, no pueden experimentar ningún sentimiento de amor por sí mismos. Estas gentes no pueden compartir amistosamente ni sus propias alegrías y dolores, porque su alma está desgarrada por la discordia: una parte, a causa de su maldad, sufre al verse privada de ciertas cosas, mientras la otra se regocija; y así, tirando la una para aquí, la otra para allá, es como si la hicieran pedazos. Y como no es posible sentir a la vez dolor y placer, en poco tiempo se contrista de lo que recibió placer, y querría que aquello no le hubiese sido agradable, pues los malos están gravados de remordimientos. De esta suerte, es patente que el hombre malo no puede estar dispuesto amistosamente ni siquiera consigo mismo, por no tener en sí nada amable. Y como estar así es muy grande desventura, hemos de huir de la maldad con todas nuestras fuerzas y afanarnos por ser justos, pues de este modo podrá uno estar amistosamente consigo y ser amigo para otro.” (1166 b 13- 29)

La traducción francesa aporta un matiz interesante al paso resaltado:
Trad. J. Tricot; Paris, Vrin, 1967; p. 446.

“…de tels hommes demeurent étrangers à leurs propres joies et à leurs propres peines, car leur âme est déchirée par les factions: l’une de ses parties, en raison de sa dépravation, souffre quand l’individu s’abstient de certains actes, tandis que l’autre partie s’en réjouit; l’une tire dans un sens et l’autre dans un autre, mettant ces malheureux pour ainsi dire en pièces…”

“…tales hombres permanecen extraños a sus propias alegrías y a sus propias penas, pues su alma está desgarrada por las facciones…”.

W. D. Ross traduce más sencillamente:
"...Therefore also such men do not rejoice or grieve with themselves; for their soul is rent by faction,..."
 The Works of Aristotle; in Great Books 9; E. B. 1952; pp. 419-420.

Por el contrario, el homo simplex (el virtuoso):
 
 “…El hombre de que hablamos (el virtuoso), quiere pasar la vida consigo, y lo hace con placer, porque le son deleitosos los recuerdos de sus actos pasados, y buenas las esperanzas de los futuros, y por tanto agradables. Su mente, además, abunda en objetos de contemplación…”.  (1166 a 23-27)

Por otra parte, solamente los virtuosos pueden ser verdaderamente amigos entre sí.

NOTA:
Iniciamos con Ordo amoris una serie de posts de inspiración komariana. Los temas pertenecen al repertorio del querido maestro Emilio Komar, los autores en muchos casos son los mismos que él citaba, pero los textos transcriptos y los comentarios -cuando los hay-, son nuestros.

2 comentarios:

  1. Los amigos virtuosos huyen de la maldad, en esta clasificación ¿cómo puede el hombre malo ser bueno? hay lugar en la teoría para la Redención.

    Si vosotros que sois malos sabeis dar cosas buenas a vuestros hijos...

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  2. Gracias por su comentario, NIP.

    En otro momento subiré la visión cristiana de este asunto.

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