AMISTAD Y VIRTUD: HOMO SIMPLEX
Como señalamos en un post anterior hay una conexión entre la unidad de vida y la virtud. Aristóteles retrata esta vida como la del virtuoso y el amigo. La amistad es una disposición (o hábito) que puede ser virtuosa. Esta es la amistad perfecta. Los hombres virtuosos son aquellos que son amigos y, por eso, también justos.
Santo Tomás retomará este tema, pero en su caso la amistad perfecta será la caritas. Ya habrá tiempo de volver sobre esto.
Fragmentos del L. VIII y IX de Aristóteles, Ética nicomaquea; ed. A. Gómez Robledo; UNAM; 1983.
“…La amistad perfecta es la de los hombres de bien y semejantes en virtud, porque éstos se desean igualmente el bien por ser ellos buenos, y son buenos en sí mismos. Los que desean el bien a sus amigos por amor a estos últimos, son los amigos por excelencia… La amistad de estos hombres permanece mientras ellos son buenos; ahora bien, la virtud es algo estable. Cada uno de ellos, además, es bueno en absoluto y con respecto al amigo, porque los buenos son buenos en absoluto y provechosos los unos a los otros. Y asimismo son agradables, porque los buenos son agradables tanto absolutamente como en sus relaciones mutuas…
Esta amistad es, por tanto, como puede suponerse, durable. Vincúlanse en ella todas las cosas que deben concurrir en los amigos. Toda amistad es por un bien o por un placer, ya en absoluto, ya para el sujeto de la amistad, y se funda en cierta semejanza. Ahora bien, en esta amistad reúnense todas las características antes especificadas como atributos esenciales de los amigos, porque en este caso los amigos son también semejantes en las otras cualidades. Y siendo lo absolutamente bueno también absolutamente placentero, y estos atributos los más amables de todos, síguese que el amor y la amistad existen en su más plena y perfecta forma entre estos hombres.
Tales amistades son, por supuesto, raras, porque tales hombres son pocos. Hace falta, además, tiempo y trato, … El deseo de amistad nace pronto; la amistad no.
Esta forma de amistad, pues, es perfecta, tanto en su duración como en los otros respectos…
La amistad de los buenos, además, es la única que puede desafiar la calumnia, porque no es fácil dar a nadie crédito contra aquel que por largo tiempo tiene uno experimentado. Entre la gente de bien hay confianza, así como la seguridad de que jamás se harán injusticia…”
“…En cuanto a los que están en buenos términos recíprocos, pero que no conviven, puede comparárseles más bien a los benévolos que a los amigos, porque nada es más propio de los amigos que el convivir. Si los necesitados desean el socorro de los amigos, los felices (plenos) a su vez anhelan pasar juntos los días. Nada conviene menos a estos hombres que estar solos. Pero pasar la vida juntos entre sí no es posible si no son agradables ni reciben gusto de las mismas cosas…
La amistad por excelencia es, pues, la de los hombres de bien, como hemos dicho repetidas veces, porque lo que es absolutamente bueno o agradable parece ser amable y deseable, y para cada uno lo es lo que para él es bueno y agradable; ahora, el hombre bueno es amable y deseable para el hombre bueno por ambas razones.
La afección, por su parte, aseméjase a una emoción; la amistad a un hábito (disposición). ..
Queriendo a un amigo quieren los hombres su propio bien, porque el hombre bueno que ha llegado a ser un amigo se convierte en un bien para aquél de quien es amigo….
No es posible ser amigo de muchos según la amistad perfecta, como tampoco amar a muchos a la vez. La amistad tiene cierta apariencia de exceso, y los sentimientos excesivos no se enderezan naturalmente sino a una persona…”.
JUSTICIA Y AMISTAD
L VIII, cap. 9 de Aristóteles, Ética nicomaquea; ed. A. Gómez Robledo; UNAM; 1983.
“…La amistad y la justicia, según dijimos al principio, parecen referirse a las mismas cosas y radicar en los mismos sujetos. En toda asociación parece haber cierta justicia, y también amistad … Y el proverbio: ‘todo es común entre amigos’, es correcto, puesto que en la comunidad consiste la amistad…
La justicia, por su naturaleza, crece a la par de la amistad, como que ambas existen en los mismos sujetos y tienen igual extensión…”
L. VII, cap. 1 de Aristóteles, Éthique à Eudème; ed. V. Décarie; Vrin, Paris 1991.
“… así uno dice que la virtud es útil, pues es imposible para aquellos que son injustos los unos respecto de los otros, ser amigos entre ellos. Además todos decimos que la justicia y la injusticia se manifiestan principalmente en lo concerniente a los amigos (y uno reconoce que el mismo hombre es a la vez bueno y amigo, y la amistad, un tipo de disposición de orden moral), y quien quiera hacer que los hombres no se traten con injusticia hará de ellos amigos los unos de los otros…”.
¡Esto es todo lo contrario de una ética de mínimos!
Nuevamente gracias, NIP.
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