tomado de Dialéctica del iluminismo de M. Horkheimer y Th. W. Adorno; Sudamericana, Buenos Aires, 1987.
“El príncipe (Sade) muestra el camino que el imperialismo, la forma más temible de la razón, ha recorrido siempre: ‘quitad su Dios al pueblo que queréis someter, y quitadle su moral; mientras no adore a otro dios que a vos, mientras no tenga otros hábitos que los vuestros, seréis siempre su amo... Dejadle sin embargo, en compensación la más amplia posibilidad de delinquir; y no lo castiguéis nunca, a menos que sus delitos se vuelvan contra vos mismo’” (p 111)
Tenemos garantismo, tenemos filicidio, tenemos gaymonio, ya casi tenemos aborto...
Pero también tenemos antidiscriminatoria, asignación por hijo solamente para los que se dejan adoctrinar por el Estado, etc, etc.
¿El príncipe está desatado?
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